L100 kilómetros separan Haro de Alfaro siendo de unos 40 kilómetros el valle más ancho de viñedo de la denominación. Los viñedos riojanos, que alcanzan los 700 metros de altitud y se extienden por algo menos de 64.000 hectáreas, forman parte de una de las zonas vitivinícolas emblemáticas en Europa.
No existe una división regional oficial pero desde 2011 los productores chilenos hablan de la Costa, Entre Cordilleras y los Andes. En entre Cordilleras se encuentra la zona más importante, la Central, origen de la viticultura chilena que se extiende a lo largo de 1000 km. Es en esta zona, donde se comenzó a elaborar de manera más refinada y, actualmente, da algunos de los mejores caldos chilenos. El valle de Maipo es el más conocido, posee un clima cálido y es la subzona más pequeña pero la de
Actualmente la limitación de suelos y la categorización de vinos de finca que refleje mejor las características diferenciadoras de cada parcela están en boca de todos y seguramente marcarán el futuro de denominación de origen de Rioja. Hoy hablaremos de las tres subzonas actuales de la denominación, Rioja Alavesa, Rioja Alta y Rioja Baja.
En Rioja existen dos influencias climáticas, atlántica y mediterránea. El clima atlántico es húmedo y frío mientras que el mediterráneo es seco y de temperaturas suaves. En cuanto a los suelos son equilibrados en cuanto a su estructura así como ligeramente alcalinos, pobres en materia orgánica y con moderada disponibilidad hídrica en verano. Todas estas propiedades hacen de ellos adecuados para una viticultura de calidad. No podemos olvidar que los suelos pobres son los más adecuados para obtener tintos excelentes.
En Rioja Alavesa predomina la influencia del clima atlántico y los suelos arcillo-calcáreos situados en terrazas y pequeñas parcelas. En Rioja Alta también predomina el clima atlántico y los suelos se reparten entre arcillo-calcáreos, arcillo-ferrosos y aluviales mientras que en Rioja Baja es más frecuente el clima mediterráneo y los suelos son aluviales y arcillo-ferrosos.
Predominan por lo tanto las combinaciones arcillo-calcáreas, arcillo-ferrosas y aluviales, suelos de origen fluvial, poco evolucionados, profundos y que permiten la filtración exigiendo una buena exploración del suelo por parte de las raíces. Los suelos arcillosos dan lugar a vinos más voluminosos y tánicos. Los suelos calcáreos dan vinos elegantes, ácidos y finos y los suelos ferrosos dan vinos alcohólicos y de un color alto.